Dos de las más prestigiosas organizaciones de la salud y la odontología; La Organización Mundial de la Salud y La Academia Internacional de Medicina Oral y Toxicología (IAOMT) citan lo siguiente en relación a los efectos adversos sobre la salud y síntomas derivados a la exposición de mercurio que escapa de los amalgamas.
El informe de la OMS sobre los reglamentos del mercurio del año 2005 anuncia que el mercurio es altamente tóxico, especialmente cuando se metaboliza a metilmercurio (lo cual ocurre en nuestro intestino cuando al vapor de mercurio de los amalgamas es inhalado -1,2). Alrededor de un 80% del mercurio inhalado es absorbido y pasa a la sangre a través de los pulmones (como ya hemos visto en la publicación anterior, el vapor de mercurio se fuga de los amalgamas continuamente, y se ha observado que incluso en mayor cantidad cuando se estimula por medio de bebidas calientes o fricción al masticar). Puede causar efectos dañinos en el sistema nervioso, digestivo, respiratorio, inmunológico y renal. Los efectos adversos en la salud a la exposición de mercurio pueden incluir temblores, visión y audición discapacitadas, parálisis, insomnio, inestabilidad emocional, deficiencias en el desarrollo del feto, deficiencias en la atención y retraso en el desarrollo durante la infancia.
Estudios recientes sugieren que el mercurio puede no tener un umbral por debajo del cual no ocurran efectos adversos (3). En otras palabras, la única cantidad sin riesgo de exposición de mercurio es cero. Es decir, cualquier tipo de exposición implica riesgo de padecer algún efecto adverso para la salud.
La nota descriptiva de la IAOMT sobre los síntomas y efectos en la salud del mercurio cita que diagnosticar los efectos adversos relacionados al mercurio procedente de los amalgamas es complicado, debido a que las posibles respuestas a este elemento incluyen más de 250 síntomas. Los síntomas más comunes de intoxicación de mercurio asociados a la inhalación de vapor de mercurio elemental son; dolores de cabeza, discapacidad cognitiva y neurológica, perdida de memoria, disminución de la capacidad mental, inestabilidad emocional, irritabilidad, ira, depresión, nerviosismo, timidez, aislamiento social, alucinaciones, delirio, insomnio, debilidad generalizada, fatiga, disminución en la coordinación, tics, temblores, problemas cardiovasculares, enfermedades dermatológicas, disfunción del sistema inmunológico, alteraciones del sistema endocrino, problemas renales y respiratorios, pérdida de audición, anorexia, pérdida del apetito y la lista continua.
Uno de los motivos por los cuales el rango de síntomas es tan amplio, es que el mercurio una vez dentro de nuestro organismo puede acumularse virtualmente en cualquier órgano. Ya que alrededor de un 80% de vapor de mercurio procedente de los amalgamas es absorbido a través de los pulmones y distribuido al resto del cuerpo, especialmente el cerebro, los riñones, el hígado, los pulmones y el tracto gastrointestinal.
El siguiente vídeo, publicado por la IAOMT en el 2011 y realizado por la Universidad de Calgary, relacionado a los empastes de mercurio y los síntomas de intoxicación, muestra degeneración celular tipo Alzheimer cuando las neuronas se exponen a cantidades muy pequeñas de mercurio en cultivo celular.
Tal y como acabamos de leer, la OMS cita que puede no haber una exposición mínima tolerable o libre de riesgo al mercurio. Así que ¿de qué depende expresar algún de los síntomas descritos o padecer efectos perjudiciales por la exposición crónica a largo plazo a los empastes de mercurio? La respuesta a esta pregunta a continuación…
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